Terminó el permiso y, como todo lo bueno, me parecio un suspiro, tan breve como un minuto en un reloj de sol. Ahora toca volver al barco a surcar los mismos mares, los mismos oceanos. Largos dias dejo atras llenos de sol, arena, risas y abrazos. Pero la seguridad del Verano no es eterna y ha de dejar paso al indeciso Otoño. Tras el rechazo inicial, poco a poco, connquista nuestros corazones con su melancolia y año tras año nos hace olvidar las bondades de la epoca estival. Amnésico Otoño.
Dura se puede hacer la vida del marino, sobre todo cuando uno duda que nació para este oficio. Y creedme, todo marino duda antes de lanzarse al mar tras un largo periodo en tierra. Luchar por algo que se quiere alcanzar es de valientes pero la lucha se puede hacer eterna especialmente cuando las metas fijadas son casi ilusorias. El decaimiento puede restar valor incluso al objetivo más deseado de la vida. Y luchar por luchar es una tonteria... A pesar de esto, a pesar de sentir, quizas por mi naturaleza pesimista, que no lo voy a conseguir, voy a seguir luchando un año más.
Solo nos queda apretar los dientes y seguir a delante porque merece la pena. Y la recompensa será grande.
Escrito por rásselas a las 14 de Septiembre 2004 a las 11:04 AM