Acabo de leer un libro que me ha descubierto nuevas formas de amor que yo catalogaba, inconscientemente, entre perversiones y vicios lejos de mi entendimiento.
Como marino en el barco de la vida no paro de descubrir horizontes nuevos, pequeños islotes de conocimiento.
Y es así, creo, como debe ser; la mente con los años no debe cerrarse nunca a lo evidente. Evidente qué palabra más subjetiva y objetiva al mismo tiempo. Pero, ¿no es lo que la Naturaleza nos ofrece evidente en su existencia?
Pues así descubriendo poco a poco hechos naturales, escondidos bajo prejuicios que si son antinaturales espero seguir, y llegar a viejo con la mente tan fresca como la del autor del libro. José Luis San Pedro.