Este fin de semana Jos, Dani, Inma y yo hemos participado en una especie de gincana-rally en la que además de resolver acertijos, para los cuales teniamos que acceder con el coche a lugares inóspitos de nuestro municipio, debiamos hacer fotografias de estos parajes. Bajo el emblema de "alambique veloz", apodo de nuestro coche, hemos conseguido finalizar esta competición, que no es poco dado que el alambique tiene ya 25 años (y los q le quedan.. ) y el recorrido era más propicio para todoterrenos (q era lo que mas abundaba).
La verdad es que lo hemos pasado muy bien, hemos sufrido mucho sobre todo por el calor asfixiante durante todo el fin de semana, pero a merecido la pena. Sobre todo, ahora conocemos mucho mejor el entorno de nuestro pueblo y hemos podido contemplar parajes tan bellos como este.
Por fin de permiso!.. El primer dia en mi tierra ha resultado un cumulo de emociones. Comienzos tristes aguardan finales alegres... Y los días que comienzan mal suelen acabar bien.
Esta noche salir del horno de mi casa, refrescar mi rostro con la brisa del puerto, mimar mi olfato con el perfume del galán de noche, embriagarme con los ecos de la charanga y el paso doble, y todo esto aderezado de la mejor compañia, me ha hecho olvidar.
Y q mejor forma de terminar una noche de sueños con sabor a sur que viendo "Atún y Chocolate" en la sesión de madrugada.
Bueno, y ahora a dormir que ya va siendo hora...
Buenas noches.
En estos dias uno de mis mejores amigos en tierra supero las pruebas para ser Capitán Instructor. Son unas pruebas muy duras q suele llevar años su superación.
Sin tener en cuenta el afecto que le tengo lo cierto es que si tuviera q nombrar a alguien q cumpla los requisitos de Capitán Instructor, ese sería Yáfiras. Es un instructor nato.
Sin duda se lo merece, ya era hora de que las cosas comenzaran a ponerse cuesta abajo..
Enhorabuena Yáfiras!
Navegar, pescar, actividades comunmente asociadas a varones. Pero en mi barco está segregación desaparece.. Embarcadas, desempeñando las faenas más duras nos encontramos con mujeres.
Es más, en mi camarote hay tres mujeres y dos hombres. Ya os ire contando cosas de ellos pero dejadme q haga un alago conjunto de todos ellos: simplementce, creo q formamos un gran equipo; una familia.
Juntos, recordando miles de batallas diarias en el recogimiento de las noches, compartimos nuestras alegrias, miserias, miedos y complejos. Y así, gracias a estas noches de conversación y desahogo, y gracias también a su superioridad numérica me acerco un poco más a la misteriosa alma femenina.
De seguro q en estos meses de permiso q tengo actualmente voy a echar de menos a mis compañeros de camarote.. Hemos compartido demasiado para q no sea así.
Gracias zagalico/as!